Desde hace mucho, me encanta cocinar. Inicialmente, en casa de mi mamá, la verdad no hacía mucho, pero cuando me vine a vivir a México, que me tocó, no me molestaba en absoluto. Mi esposo me regaló incluso un curso de chef gourmet en una oportunidad, así que es algo que me gusta y se me da…
Pero eso no necesariamente implica que coma uno bien, ni lo más balanceado del mundo. Hubo una época que subí casi 20 kilos, por tan mal que comía. Poco a poco (después de darme cuenta, créanlo o no, que “no sabía”) fui incorporando decisiones de comer más saludable en mi dieta. Aunque no fue hasta el embarazo, que con conciencia organizaba qué comer, mis snacks etc.
Ahora que tengo dos chamacos, van a la escuela, y me toca organizar lunch diario, he tenido que aprender combinaciones, diferentes opciones de verdura, fruta, carbohidratos y proteínas, para que se lleven su lonchera balanceada! He aprendido a no comer tanto dulce, y tratar de buscar opciones más sanas (aunque a veces lo que se me antoja es entrarle al bote de Nutella sin compasión)
Me hice de una provisión de recipientes, moldecitos de silicón, accesorios para cortar verduras y frutas, y en el super siempre estoy a la caza de cositas chiquitas que pueda acomodar en la lonchera (el reto es meter una cosa de cada categoría, por que todavía comen muy poquita cantidad). Me hice también un plan para hacer los lunches los domingos, o dos veces por semana, pero en realidad, no he podido. Por eso corro todavía cada día con esto! pero la verdad, me encanta estar segura que lo que come mi hija es 100% saludable!
El contenido de mis loncheras diarias, trato en lo posible de que incluya: carbohidratos, proteína, frutas y vegetales. Varias amigas me han comentado que se les acaban las ideas, y yo quería compartirles que tengo un sistema… organizo los planes de comidas diarios de la semana para todos (desayunos, comidas y cenas) y el lunch lo saco de lo que tenga preparado para ese día, o del día anterior. Para acordarme de meter las 4 cosas, mando un solo recipiente, con “compartimientos” que creé con capacillos de silicón de colores (esos plastiquitos como para hornear muffins), así queda lindo, y nunca le mando uno vacío. Abajo pueden ver fotos que tomé en tres días de lunch para la escuela:
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